Siempre he querido ser profesora de lengua y siempre he sentido debilidad ante la posibilidad de poder ayudar a los demás. La aparición de las APS ha hecho posible que mis alumnos valoren la importancia de contribuir en mayor o menor medida a la sociedad que les espera con los brazos abiertos en un futuro no muy lejado. De ahí que la posibilidad de amenizar algunas tardes a personas mayores con sus conocimientos me pareció desde el primer momento una gran idea. Un calendario, organización y mucha ilusión es lo único que hace falta para que es tos alumnos vayan cada viernes en grupos de 3 o 4 para sacar adelante un proyecto: hacer un rap con la información de sus vidas que les iban contando. Durante el primer trimestre fueron los alumnos los que trabajaron qué era un rap, cómo se hacía, la importancia de la rima, de la canción protesta, su evolución ... después eligieron un tema y ellos mismos crearon uno. ...
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